Cuando empezás a soñar tu marca, mucho antes de pensar en colores o isologo, hay 2 cosas que NO podés pasar por alto (nunca jamás).
1) Conocer quién es tu CLIENTE IDEAL ✔️
Más allá de su género, condición social, a qué se dedica, ciudad en donde vive, etc. tenés que aprender a conocerla en profundidad.
Sus gustos, sus miedos, sus deseos más íntimos y fantasías. Cómo habla, sus hobbies, cómo se viste... ¡con qué sueña!
¿Quién es tu cliente ideal? Esa persona que valora realmente tu producto o servicio y jamás va a darte vueltas al momento de pagar por él.
"¿Ese ser maravilloso y mágico existe Flor?" ¡Claro que sí! Y es tu trabajo encontrarla y lograr posicionarte frente a ella en el momento justo en que necesite lo que tenés para ofrecerle.
"Ufff.. ¡pero eso es re difícil!" Depende de como lo mires. Si fuera súper simple todos lo harían y estaríamos juntando la $$ con pala. No es difícil pero si implica esfuerzo de tu parte para tomarte el tiempo de conocerla.
Aún en tiempos de crisis pandémica post-apocalíptica (un poco de suspenso zombie aquí) hay emprendimientos que logran salir del apuro y hasta incrementar ganancias. Y a la nerd en mí siempre le gusta preguntar ¿por qué?.
La respuesta es simple: porque conocen a su cliente ideal y saben adaptarse a sus necesidades y deseos.
Con práctica y tiempo se volverá uno de los superpoderes que tendrás en tu caja de herramientas de emprendedora.
2) Saber cuáles son los VALORES que querés transmitir con tu marca ✔️
¿Qué te apasiona?
¿Cuáles son las cosas "no negociables" en las que no estás dispuesta a ceder?
¿Cómo mejorás el mundo con tu producto/servicio?
¿Qué querés transmitir con tu marca? ¿Lujo, accesibilidad, libertad, compromiso, relax, dinamismo?
Podés comenzar por hacer una tormenta de ideas, anotando todas las palabras que se te vienen a la mente cuando pensás y soñás con tu marca. De forma espontánea sin filtro. Date unos 10 minutos de total libertad creativa.
Luego, elegí 5 palabras que resuman todo lo que simboliza tu marca y armá una lista. Esos serán los valores que te servirán de guía para crear un concepto claro y definido.
Estas dos cosas son el punto de partida para que puedas construir una identidad visual contundente.
Porque, conociendo a tu cliente ideal y los valores de tu marca, vas a tener una visión más clara sobre qué colores elegir o qué tipografía usar.
El tipo de imágenes que seducen mejor a tu público y qué lenguaje utilizar (verbal y no verbal) para que pueda comprender tu mensaje fácilmente.
¿Te pareció interesante la info? ¡Megusteá y compartí la inspiración!
Nos leemos pronto.
Con cariño...
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